Los juegos de los niños
Cómo se divertían los más pequeños en Argelia La emigración de las familias desde Alicante y Valencia tenía una consecuencia en los más pequeños: el ocio. La televisión televisión aún era una utopía, y no digamos de las nuevas tecnologías. Los niños emigrantes de finales del siglo XIX y del XX debían entretenerse de otra forma: los juegos tradicionales valencianos. Sambori El ambiente de Argel, en concreto de Bab-el-Oued, era casi familiar. En muchos aspectos recordaba a la vida que realizaban los emigrantes en sus pueblos. Se trataba de una vida en la calle, con todo lo que ello conlleva: trato diario entre los vecinos, familiaridad y, cómo no, una distracción para los niños. Éstos repetían en sus calles los juegos tradicionales valencianos y, además, usaban la imaginación para inventar nuevas diversiones a partir de cualquier objeto. Uno de ellos consistía en vaciar una sandía para realizar un farolillo, semejante a la calabaza de Hallowen, y que derivó en un juego burlesco par