Orán-Almería

 Crónica de un viaje

"A continuación publicamos las impresiones de un viaje a Orán durante las fiestas de la Industria y del Comercio, escritas por D. Plácido Langle en el diario almeriense El Popular".

    Con estos titulares y palabras,  El Eco español del 2 de julio de 1911 contaba a sus lectores las impresiones que vivió su autor, Plácido Langle, en el vino de honor ofrecido por el Círculo Hispano-francés a los representantes de Almería.

    Cabe recordar que los vínculos entre la comunidad española establecida en Argelia y la francesa era intensa: los primeros, muchos establecidos definitivamente y otros emigrando de manera temporal, trabajaban o lo habían hecho sus antepasados para los segundos, franceses que ocupaban la élite gobernante por ser Argelia colonia francesa. Así, aunque unos y otros se necesitaban mutuamente, la convivencia y los vínculos establecidos resultaron en algunos casos especialmente fuertes.

    Es en este contexto en el que se enmarcan acontecimientos como el narrado por Langle, que viajó en nombre del Ayuntamiento de Almería, y en el que la casa social del Círculo estaba engalanada con las banderas de los dos países mientras había desfile de bandas de música y "aplausos y vivas a Francia y a España". 

Colección Etienne Neurdein

    El Hotel Continental fue el lugar elegido por M. Colombani, alcalde de Orán, para agasajar a sus invitados con una comida. Las palabras de agredecimiento, reconocimiento y de prosperidad fueron constantes entre los allí presentes. El mismo Langle también habló, centrando su discurso, entre otros temas, en el intercambio de los productos y las ideas entre los dos países, de los intereses comunes en el norte de África. 

    Pero en su intervención se centró en algo que le había llamado la atención: "el recuerdo de las estampas de los toreros, que tan honda impresión nos habían producido en el Liceo. No; esa no es la representación de España, les dije: ese no es su símbolo, ese no puede serlo jamás. [...] España no es el país de las panderetas y las castañuelas, de las mujeres con la navaja en la liga, que las muchedumbres indoctas se imaginan".  El viaje prosiguió con otra comida al día siguiente en la Cámara de Comercio Española de Orán. Las palabras de cooperación y amistad continuaron.

    Gracias a este viaje, el mismo Langle consiguió que el Ayuntamiento de Almería enviara retratos de monumentos artísticos para sustituir las estampas de toreros.