Benitxatxell como ejemplo de emigración
Argelia, el destino de muchos alicantinos
El aumento demográfico de finales del siglo XIX, el exceso de mano de obra no cualificada, la crisis de la pasa de finales del siglo, las sequías y las malas cosechas afectaron a los pueblos de la Marina Alta y posibilitaron la emigración hacia Argelia. Algunas zonas sufrieron más esta situación, como Calp, Benissa y las zonas montañosas del interior. El caso del pueblo de Benitatxell puede servir de ejemplo que explique la situación de otros pueblos, tanto alicantinos como del sureste español.
Según tradición tradición oral, antes del siglo XX partieron los primeros temporeros hacia Argelia, y no siempre en las mejores condiciones. De hecho, en los pasaportes expedidos en 1834 y 1837 ya aparecen habitantes de Calp y Xaló. Desde entonces, existe documentación en la que figuran habitantes de Benitatxell instalados en Argelia, como en 1856 y las décadas siguientes. Pero, además de Argelia, los habitantes de este pueblo emigraban también, en una migración tipo golondrina, a las tierras del norte de Valencia y del Delta del Ebro a plantar arroz. Entre 1887 y 1904 se solicitaron 157 visados en el consulado francés de Xàbia, aunque alguno de ellos son del mismo vecino que lo solicitaba cada año. Pero no todos los emigrantes de Benitatxell regresaron. Algunos optaron por nacionalizarse franceses, como André Català, Jean Baptiste, Josef y Maria Pastor, Maria Bolufer, Josepha Maria Català, Joseph Ballester, Vincent Cabera, Maria Rosa García, François Bolufer, Salvadora Llobell, Joséphine García y Joséphine Sancarlos. En Argelia se celebraron bodas entre habitantes de Benitatxell, hasta treinta y siete, casados mayoritariamente en las parroquias de Argel e, incluso, en la misma catedral, así como en Orán.
Entre las dos guerras mundiales se sitúa el período de máximo esplendor en la
emigración emigración temporal de los podadores de Benitatxell. Las tareas agrícolas proporcionaban
a los emigrantes la posibilidad de pagar sus deudas, asegurarse sus necesidades
o, incluso, construirse una casa nueva en su regreso a Benitatxell. Con la
Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial los viajes anuales hacia el norte de
África se interrumpieron, pero no las relaciones, basadas ahora en la división
de la sociedad de Orán en los dos bandos del conflicto bélico en España, en el
contrabando y en convertirse en hogar de refugiados. En la década de 1950 la
miseria de la postguerra española obligó a muchos habitantes del pueblo a
emprender el mismo desplazamiento hacia Argelia que se hacía años atrás. El
viaje, previsto para inicios de noviembre, era organizado por el cabeza de
cuadrilla, persona que tramitaba y organizaba el trabajo del grupo de gente a
su cargo en Argelia. La travesía duraba una noche y como equipaje llevaban una
maleta con comida y ropa para tres meses. Una vez en Orán los contactos de los
cabezas de la cuadrilla servían para distribuir a los jornaleros por la zona, es
decir, por las propiedades agrícolas de cercanas a Orán: Aïn Témouchent, Sidi
Bel Abbès, Bou-Tlelis, Gourmel. Estas propiedades, llamadas fermes, estaban dirigidas por encargados
que tenía antepasados españoles o era de origen musulmán, controlaban la finca
y su contabilidad, repartía el trabajo y pagaba los sueldos. El trabajo
consistía en podar desde la salida hasta la puesta del sol, parando a almorzar
y comer en el campo. La comida consistía en pan y en los productos que llevaron
desde España cuando partieron, bacalao y embutido. Por la noche solían cenar
arroz con verduras.
Ma famille venait de bollula et de planes mais difficile de comprendre pourquoi ?
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