Lluvias generales en el Mediterráneo hasta el jueves 31 de octubre

Una DANA afectará al este peninsular y Baleares con lluvias que pueden ser torrenciales. 

Se esperan acumulados que, según diferentes fuentes, oscilan entre los 200 y los 400 mm. AEMET ha lanzado una nota informativa de advertencia.

El clima mediterráneo tiene estas cosas. Puede estar unos años sin llover casi nada y, en pocos días, llover lo que llueve en todo el año.

    Actualmente, los efectos de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) pueden llegar a ser más destructivos por los efectos del calentamiento global y el cambio climático, que están originando efectos climáticos más extremos. La DANA, conocida también como Gota Fría, es una borrasca que se descuelga de la circulación general de la atmósfera con una trayectoria errática, por lo que es difícil realizar una previsión acertada sobre ellas a medio y largo plazo. hay que seguir su recorrido prácticamente a diario, sobre todo cuando hablamos de la zona mediterránea. Así pues, es importante seguir los avisos meteorológicos diarios.

Caída del puente de Beniarbeig en la DANA del 11 de octubre de 2017

 

   Cuando se acerca hacia este mar, habrá que tener en cuenta una serie de factores que determinarán la cantidad de lluvia y dónde descargará. Aunque existen otros factores a tener en cuenta, en términos generales se puede hablar de la dirección del viento, la temperatura del mar y el aire frío en altura. La conjunción de los tres factores, su existencia conjunta, determina los efectos de la DANA.

    El primer factor es la dirección del viento. Según hacia dónde sople el viento habrá zonas más afectadas que otras. hay que recordar que el viento, al chocar contra las montañas se eleva, condensa y de ahí la precipitación, sobre todo si va cargado de humedad.

    En segundo lugar la temperatura del mar. El Mediterráneo está aún caliente del verano, sobre todo en algunas zonas. Este hecho proporciona a la borrasca la gasolina necesaria para provocar lluvia. Es su fuente de energía.

    En tercer y último lugar el aire frío en altura. Si el mar está caliente y, en altura, la masa de aire está fría, el contraste puede provocar una gran destrucción.

    Históricamente hablando, esta situación climática ha tenido lugar en la costa mediterránea. Sus efectos han sido, en muchas ocasiones, destructivos. Si en la actualidad los seguros cubren muchos de estos desperfectos y las infraestructuras están preparadas para sus envites, antiguamente una DANA podía suponer la miseria para una región agrícola y, por tanto, el fin de la cosecha. La consecuencia, para muchos, era emigrar y Argelia se presentaba como una opción tomada por muchos.

    ¿Qué pasará con esta nueva DANA?