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La repoblación mallorquina: ayuda a la genealogía

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Los apellidos de Mallorca se instalaron en Alicante y Valencia Una ayuda histórica para comprender la genealogía valenciana      En una gran mayoría, los repobladores de las zonas ocupadas por los moriscos expulsados procedían de las Baleares. Solían ser emigrantes con pequeñas propiedades o con ninguna y que deseaban conseguir una mejor posición económica y social, y los primeros lugares en los que se establecieron estos colonos mallorquines fue en la Vall de Laguar, Atzúvia, la Vall d’Ebo, la Vall de Gallinera, Llíber y Tàrbena . Fotos y multimedia | Ayto. de Adsubia A pesar de que en la mayoría de los casos el establecimiento de los colonos se convirtió en permanente, los esfuerzos por instalarse en otras tierras para comenzar una nueva vida resultaron en muchos casos una experiencia negativa y obligó a que algunos regresaran a sus pueblos mallorquines, en algunos casos de manera temporal y otros de manera definitiva. Para tomar estas decisiones entraron en juego factores como recib

Los moriscos (III)

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La repoblación tras la expulsión El origen de muchos apellidos      Expulsados los moriscos, era necesario repoblar las zonas que ahora se habían quedado vacías. La economía real y señorial dependía en su mayoría de los ingresos obtenidos de los cultivos que trabajaban los moriscos. Por este motivo, prácticamente al mismo tiempo que se unos se iban, se buscaban las fórmulas para que otros llegaran. A grandes rasgos, existían dos zonas por ocupar: las áreas litorales de regadío, ocupadas por cristianos viejos que podían conseguir tierras con buenos rendimientos, y las zonas montañosas, más difíciles de cultivar, en las que existía una mayoría de población morisca y que fueron repobladas con gente procedente de fuera de Valencia.      El proceso repoblador puede establecerse en unas etapas generales. Existió un primer momento en el que hubo una afluencia masiva de colonos entre 1610 y 1611, años en los que se redactaron la mayoría de las cartas de población. La segunda etapa finalizaría
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 Cuando los españoles huían Agosto de 2021. El gobierno de Afganistán colapsa. Llegan los talibanes a Kabul y se inicia una nueva era. La población afgana sabe qué le viene a partir de ese momento y no deja de repetirlo a los medios de comunicación internacionales: una dictadura talibán, una disminución de los derechos y libertades de las mujeres y una represión hacia los afganos que colaboraron con los occidentales o que simplemente no aceptan el nuevo orden político. Algunos, por los motivos que sean, se quedarán el el país, otros intentarán huir como sea.  La imagen del avión norteamericano C-17 Globemaster con la bodega de carga repleta de persona es ya una foto histórica. La aeronave  puede transportar  134 pasajeros ,  incluidos 54 en asientos laterales y 80 en paletas en el piso. Sin embargo,  decenas de afganos, entre ellos mujeres y niños, que estaban en la pista junto al avión lograron entrar en la nave a través de la  rampa, que estaba medio abierta . Así, hasta sumar una ca

Los moriscos (II)

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1609: la expulsión       La convivencia más o menos pacífica entre los musulmanes y los cristianos acabó nada más empezar el siglo XVII. Los sucesos del siglo anterior seguían recientes, como la revuelta de Las Alpujarras, y existían dudas entre los eclesiásticos sobre la veracidad de las conversiones realizadas en años anteriores. Además, se temía una invasión musulmana con apoyo morisco, motivos que abrieron mucho más que antes la posibilidad de la expulsión.      Así pues, el 4 de agosto de 1609 se promulgó el decreto real por el que los moriscos eran expulsados. Tenían tres días para reunir sus pertenencias y dirigirse a los puertos más cercanos. Tan sólo podían permanecer una pequeña cantidad para enseñar sus oficios a los cristianos, aunque en realidad sólo permanecieron los hijos menores de cuatro años y algunos de seis años. En zonas como la Safor se calcula que entre octubre de ese año y enero de 1610 se embarcaron unos 12.000 con destino África. Los que quedaron, lo harían pa

Los moriscos (I)

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El siglo XVI: Los conflictos con los moriscos      La posición geográfica de las regiones de Alicante y Valencia, y de todo el sureste español, ha sido históricamente un lugar en el que han habitado multitud de culturas diferentes. Las huellas del pasado están presentes en cada rincón y, sobre cada civilización o grupo humano que ha habitado la zona, el siguiente grupo humano ha aprovechado lo existente y ha añadido su propia cultura. El resultado es una herencia acumulada de tradiciones, historia, costumbres y patrimonio aún visible.      La población y sus movimientos no escapan a esta corriente y, evidentemente, existen conflictos en la convivencia entre las culturas cristiana y musulmana, especialmente en el siglo XVI, que desembocarán en la expulsión de los moriscos en 1609.       Desde las Germanías los musulmanes habían sido el colectivo más perseguido. Fueron obligados al bautismo y a su conversión forzosa al cristianismo. Desde entonces, serían conocidos como cristianos nuevos
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De turrones y helados Cuando se instalaban en Argelia. los emigrantes valencianos solían desarrollar allí sus oficios, los trabajos que habían aprendido en sus pueblos. Argelia se presentaba como una oportunidad para ellos y para su negocio. Es el caso de lo procedentes de Xixona y de Ibi. Se trataba de gente acostumbrada al frío y al cultivo de la almendra, entre otros productos, y su especialidad era la elaboración de turrones y helados. En general, se trataba de un trabajo temporal que complementaba al realizado en el campo y para el que la temporada perfecta era el verano. Cuando finalizaba la temporada de los turrones, los helados se convertían en el complemento perfecto para la economía familiar. Algunas pastelerías contaban con terrazas con sillas y mesas y se vendían, además, helados bien para cualquier época del año, bien para las celebraciones, con sus pièces montées decoradas con láminas de turrón llamadas nougatines . Había dos tipos de vendedores de helados. Por un lado,
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  El prisionero de los búlgaros [1] Emilio Botella Calleja era aprendiz de mecánico en el taller de fundición de Aznar e hijos de Alicante. Con trece años partió hacia Argelia con sus padres y dos hermanas y se instalaron en Orán. Aprovechó sus conocimientos en mecánica para trabajar en el taller del industrial alemán apellidado Metz, quien apreciaba las cualidades de Emilio y temía, por el bien de su negocio, que éste decidiera regresar a Alicante. Emilio conoció a la hija de este empresario y se enamoraron, relación perfectamente aceptada por el padre de la joven que consideraba que había ganado un hijo. La boda se había señalado para septiembre de 1914. Desde Alicante llegaron noticias del fallecimiento de un tío de Emilio, por lo que su madre, Rita Calleja, y sus dos hermanas se desplazaron en 1914 hasta allí para arreglar los asuntos de la herencia. La situación produjo en Emilio un cambio de mentalidad, manifestado en las cartas que enviaba a su madre, en las que le explic