La importancia de la Geografía y la Historia

Lecciones que nos deja la DANA de Valencia

Existe un largo historial de inundaciones. ¿Hemos aprendido?

El espacio geográfico determina la Historia o esta se escribe según el lugar donde suceden los hechos. 

“Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Jorge Ruiz de Santayana Borrás.

    ¿Por qué no miramos más lo que nos cuenta la Historia? ¿Por qué no tenemos en cuenta también a la Geografía? Tal vez, si las consideramos como dos disciplinas que van de la mano, entendamos muchas cosas y aprendamos de los errores.

    La DANA de Valencia es una más del largo historial de inundaciones. 1321 y 1517 en València, 1775 en Xiva, la del 1864 en la Ribera del Xúquer, 1879 en el Baix Segura, 1957 de nuevo en Valencia, 1982 con la pantanà de Tous, 1987 en Gandia, 2007 en La Marina con la caída del puente de Beniarbeig en pleno directo, son sólo unos ejemplos de cómo es el clima mediterráneo en estas fechas.

    Así pues, sería conveniente analizar el pasado. Un ejemplo es lo que dejó por escrito el botánico Antonio Cabanilles "Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, poblaciones y frutos del Reyno de Valencia", de 1797, sobre el barranco del Poyo:

“Siguiendo hacia el sur desde Alaquás como a un quarto de legua se atraviesa el barranco, que empieza en las montañas en Buñol con dirección a Chiva, entra en esta villa y continúa por el término de Cheste, donde recibe otro considerable: engrosado con este aumento y con las vertientes de aquellos montes, cruza el llano de Quart junto a la venta de Poyo, pasa después por las cercanías de Torrent, que dexa a su derecha, como igualmente Catarroja, y desagua en la Albufera de Valencia. Su profundo y ancho cauce siempre está seco, salvo en las avenidas, quando recibe tantas aguas y corre tan furiosamente, que destruye quanto encuentra. En 1775 causó muchísimas desgracias en Chiva, sorprehendiendo a media noche sus vecinos; asoló un número considerable de edificios, esparciendo por mas de dos leguas los tristes despojos y los cadáveres de los pobres que no pudieron evitar la muerte. A la derecha del barranco y a muy corta distancia, bien que en un sitio elevado, está Torrent, la mayor población del reyno después de las ciudades y villas principales”.


Mapa del Reyno de Valencia por Antonio Josef Cavanilles, Instituto Geográfico Nacional de España.


    ¿De qué sirve tener documentos históricos que hablan del territorio y de lo que sucede en él si no lo aprovechamos en la actualidad? Sobre el barranco del Poyo, la catedrática Ana Camarasa lo define como «arroyos efímeros históricamente subestimados con un importante riesgo de inundación», en Génesis de crecidas en pequeñas cuencas semiáridas, Barranc de Carraixet y Rambla de Poyo, de 1992, estudio que tristemente se ha puesto en el escaparate público. Es verdad que el barranco llevaba 2000 metros cúbicos por segundo, cuando el Ebro lleva 300, pero también es verdad que existe una zona muy urbanizada en la desembocadura del barranco.

    ¿Se ha tenido en cuenta este estudio antes de urbanizar de la forma que se ha hecho una zona así de peligrosamente inundable? ¿Se ha tenido en cuenta antes de urbanizar qué dice la Historia sobre las inundaciones en los mismos lugares? Por cierto, los musulmanes conocían como "el devastador" al río Xúquer (Júcar) y sólo hay que ver algunos pueblos o cascos históricos cómo están construidos en las partes más altas.

    En la actualidad existe una herramienta que permite conocer el riesgo de inundación en la Comundad Valenciana: PATRICOVA. Cualquiera puede comprobar en el visor del mapa el riesgo de inundación de cualquier lugar. Y, por supuesto, no hay que olvidar las consecuencias. Las pérdidas humanas, cuyas cifras por desgracia siguen creciendo, y las económicas.

    Llevando esta situación a las que históricamente han afectado a la zona, y ante esas cifras de destrucción, ¿qué camino les quedaba a los residentes allá por el seiglo XIX o XX? ¿Reconstruir? ¿Volver a empezar en el mismo sitio? Para muchos, la solución era emigrar, como por ejemplo a Argelia.

    Gracias a este conocimiento del pasado, muchos estudios actuales pueden ser de gran utilidad para planificar el futuro. Se trata de un futuro conviviendo con el cambio climático que, parece ser, es una realidad más que una posibilidad. Las infraestructuras, por tanto, deben adaptarse a la nueva situación: lluvias mas intensas y destructivas. También los sistemas de alerta a la población. Si la previsión funciona y la forma de avisar no, entonces nos encontramos ante una situación que no es nada favorable.

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