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Matrimonios valencianos en Orán: Albiach con

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Eran comunes las bodas entre emigrantes       Enero de 1868. En la Mairie de Orán dos jóvenes van a prometerse amor eterno e inscriben sus nombres en una acta con la intención de que quede constancia para la posteridad.      Todo está listo para la boda .  Mariano Albiach Tramoyeres , así se llama él, tiene 26 años y procede de un pequeño pueblo cercano a la ciudad de Valencia: Benimaclet. Es hijo de Vicente y de Antonia , difuntos los dos y su oficio es jornalero. María Montserrat Pérez Cámara , cigarrera, nació en Orihuela 24 años antes, es hija del también jornalero Manuel y de Rita, que en ese momento no trabaja. Todos residen en Orán. Como testigos del enlace firman los jornaleros Francisco Orts, Juan Balaguer, el fabricante de ruedas Sevoz Anthelme y el cordelero Manuel Pérez. Probablemente ninguno hablara francés, puesto que Florentin Russeil hace de intérprete.  ANOM, Etat Civil, Résultats (culture.gouv.fr) El barrio de Benimaclet, Ayuntamiento de Valencia     Era frecuente que

Las Hogueras de Orán

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 Alicante se prepara para las Hogueras... como sucedió en Argelia TTodo preparado para celebrar la noche de San Juan . ¿Cómo era antiguamente? Los emigrantes, ya instalados en su nuevo hogar, establecen lazos con su tierra de origen y buscan elementos que de algún modo les recuerde de dónde vienen y les facilite este proceso. Uno de ellos es el clima. Incluso en la actualidad, los emigrantes provenientes de zonas cálidas y soleadas muestran dificultades cuando se instalan en zonas frías y con pocas horas de sol. En el caso de Argelia, la climatología es muy parecida a la valenciana y, además, la proximidad del mar es un factor muy importante en la adaptación de aquellos que han nacido junto a él. Asimismo, consiguen sentirse algo más cerca de su casa.  Argelia no es una excepción. El folklore y las tradiciones valencianas llegaron a las zonas del norte de África en la que se instalaron los emigrantes. En 1932 el industrial alicantino residente en Orán Carlos Ramos Pinsa impulsó junto

Los juegos de los niños

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 Cómo se divertían los más pequeños en Argelia      La emigración de las familias desde Alicante y Valencia tenía una consecuencia en los más pequeños: el ocio. La televisión televisión aún era una utopía, y no digamos de las nuevas tecnologías. Los niños emigrantes de finales del siglo XIX y del XX debían entretenerse de otra forma: los juegos tradicionales valencianos. Sambori El ambiente de Argel, en concreto de Bab-el-Oued, era casi familiar. En muchos aspectos recordaba a la vida que realizaban los emigrantes en sus pueblos. Se trataba de una vida en la calle, con todo lo que ello conlleva: trato diario entre los vecinos, familiaridad y, cómo no, una distracción para los niños. Éstos repetían en sus calles los juegos tradicionales valencianos y, además, usaban la imaginación para inventar nuevas diversiones a partir de cualquier objeto. Uno de ellos consistía en vaciar una sandía para realizar un farolillo, semejante a la calabaza de Hallowen, y que derivó en un juego burlesco par

Benitxatxell como ejemplo de emigración

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 Argelia, el destino de muchos alicantinos El aumento demográfico de finales del siglo XIX, el exceso de mano de obra no cualificada, la crisis de la pasa de finales del siglo, las sequías y las malas cosechas afectaron a los pueblos de la Marina Alta y posibilitaron la emigración hacia Argelia. Algunas zonas sufrieron más esta situación, como Calp, Benissa y las zonas montañosas del interior. El caso del pueblo de Benitatxell puede servir de ejemplo que explique la situación de otros pueblos, tanto alicantinos como del sureste español. Mirador con vistas a la Cala Moraig, Poble Nou de Benitatxell Según tradición tradición oral, antes del siglo XX partieron los primeros temporeros hacia Argelia, y no siempre en las mejores condiciones. De hecho, en los pasaportes expedidos en 1834 y 1837 ya aparecen habitantes de Calp y Xaló. Desde entonces, existe documentación en la que figuran habitantes de Benitatxell instalados en Argelia, como en 1856 y las décadas siguientes. Pero, además de A

Stanbrook, 85 años desde la salvación

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 La historia del último barco que salió del puerto de Alicante en 1939  LEVANTE EMV recuerda la efeméride, recogida en Emigrar a Argelia. Los pied noir valencianos     Hace 85 años, desde Alicante, salieron los últimos barcos con exiliados republicanos . El Stanbrook fue el último de ellos. Lee el reportaje de Miriam Bouali publicado por el periódico: Levante EMV: Stanbrook, 85 años después de la salvación

El prisionero de los búlgaros

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 La historia de Emilio Botella Calleja [1] Emilio Botella Calleja era aprendiz de mecánico en el taller de fundición de Aznar e hijos de Alicante. Con trece años partió hacia Argelia con sus padres y dos hermanas y se instalaron en Orán. Aprovechó sus conocimientos en mecánica para trabajar en el taller del industrial alemán apellidado Metz , quien apreciaba las cualidades de Emilio y temía, por el bien de su negocio, que éste decidiera regresar a Alicante. Emilio conoció a la hija de este empresario y se enamoraron, relación perfectamente aceptada por el padre de la joven que consideraba que había ganado un hijo. La boda se había señalado para septiembre de 1914. La campaña de Galipoli (1915-1916) Desde Alicante llegaron noticias del fallecimiento de un tío de Emilio, por lo que su madre, Rita Calleja , y sus dos hermanas se desplazaron en 1914 hasta allí para arreglar los asuntos de la herencia. La situación produjo en Emilio un cambio de mentalidad, manifestado en las cartas

Juan Ausias el morisco

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 Un morisco que no fue expulsado en 1609 Resultó una práctica habitual en casos parecidos  Muy probablemente, en Benidoleig, unos de los muchos pueblos en los que llevaban siglos instalados, unas familias de moriscos recibieron las catequesis para convertirlos al cristianismo. Se trataba de los antepasados de Juan Ausias . Tal vez su padre se rebeló junto con unos 17.000 contra el decreto que en 1609 les expulsó de las tierras que cultivaron sus antepasados, hasta que la expulsión fue inevitable y se vio obligado a embarcar desde la cercana Dénia. La expulsión de los moriscos , Gabriel Puig Roda , 1894. Juan se quedó. Tenía 5 años de edad, la cara redonda, los ojos hundidos, una peca en la ceja derecha y una señal en la frente izquierda. Él y muchos otros niños y niñas llegaron a Gandia donde fueron presentados y registrados el 9 de julio de 1611. Todos ellos habían llegado procedentes de muchos lugares, sin sus familias ya embarcadas hacia el norte de África . Laguar fue el pueblo que